Sin duda alguna, las últimas tendencias globales han girado alrededor de Barbie. Desde su estreno hace casi un mes, la sociedad ha estado pendiente del rosa, de Greta Gerwig y, por supuesto de Ken. Y, aunque en menor medida que sus protagonistas, también ha existido una interesante conversación alrededor de uno de sus personajes secundarios: Allan Sherwood, quien es un peculiar elemento narrativo que refleja la existencia de aquellas personas que no terminan de embonar en la disyuntiva hegemónica de hombre-mujer.
Interpretado por Michael Cera, el personaje de Allan se basa en un muñeco descontinuado por Mattel, que pretendía ser el mejor amigo de Ken. En el filme, existe una clara disputa entre dos bandos: las Barbies y los Kens. Dicha pelea se desarrolla con distintos matices, que hacen una clara analogía satírica a los roles de géneros que encarna la sociedad patriarcal actual. En aquel conflicto, Allan parece ocupar un lugar peculiar, pues no termina de embonar por completo en ninguno de los dos bandos.
En Barbie Land, Allan no tiene un lugar al cual pertenecer. Durante toda la cinta, las Barbies y los Kens ignoran a Allan y lo pasan por alto. Aunque huye de los hombres, tampoco es acogido por ellas del todo. Allan existe en el margen, fuera de los muy claramente establecidos roles que hay en la tierra de las muñecas. Aquello cambia cuando las Barbies se enfrentan a los Kens, pues encuentran en Allan un aliado que las ayudará en su misión para derrocar a un patriarcado que les oprime en distintos niveles.
Como todo en Barbie, el personaje de Allan se puede interpretar de múltiples formas. La primera, y la más obvia, apunta a los hombres LGBT+ quienes, muchas veces, quedan excluidos del pacto que implica el patriarcado. Así, como Allan, recurren a aliarse con las mujeres ante los distintos grados de opresión que la masculinidad ejerce sobre sus cuerpos. Pero Allan puede ir más allá de la sexualidad: en el personaje de Michael Cera hallamos a aquellos varones que escapan lo normativo, que huyen de lo hegemónicamente masculino. Quizás, Allan representa a los hombres que rompen los estereotipos, a todos aquellos que escapan de lo tradicionalmente varonil, que habitan cuerpos distintos. Y la cinta nos hace cuestionarnos: ¿cuál es el papel de estas personas en nuestra sociedad? ¿cuál es su lugar? ¿en dónde entran aquellos que no son Barbie o Ken?
No está de más señalar que las Barbies encuentran más aliados en su lucha: los Kens descontinuados, la Barbie rarita, las muñecas fuera del mercado. Todos ellos, cuerpos que escapan a la norma, individuos que rompen lo cotidiano, que se ven excluidos de su sociedad. Una clara alusión a aquellas comunidades minoritarias que rompen con la hegemonía impuesta por un patriarcado capitalista. Así, en personajes como Allan, Greta Gerwig nos da un profundo mensaje que nos habla de las diversas posibilidades y cuerpos que existen más allá del binomio Barbie-Ken.
