En la ceremonia de premiación a las ganadores españolas del mundial femenino, se pudo observar al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, quien se acercó a la jugadora española, Jenni Hermoso, y las cámaras captaron un beso en la boca. Dicha acción se volvió viral en redes sociales en cuestión de minutos.
Tal gesto fue criticado y dialogado por miles, quienes se jactaban de que el hecho era un acto de acoso sexual. La propia jugadora en sus declaraciones posteriores mencionó que no fue algo consensuado y que eso le había generado incomodidad.
Días después la RFEF convocó a una rueda de prensa donde se esperaba que Rubiales ofreciera declaraciones y renunciará a la presidencia de la federación. En primera instancia Rubiales reconoció que “estuvo mal” y que “no tenía lugar”. Aunque luego expresó que sí había sido consensuado y que no pensaba renunciar a su puesto por tal acción. Poniendo en tela de juicio la versión de la jugadora española.
Sanción de la FIFA
Tanto ha escalado esta cuestión en los últimos días que el mayor organigrama dentro del fútbol, la FIFA, ha tomado cartas en el asunto suspendiendo provisionalmente a Rubiales de su cargo como presidente de la federación. Mientras que se abre un proceso disciplinario en contra del directivo de 46 años.
A su vez la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) reitero que abriran acciones legales en contra de Rubiales por acoso sexual. Mientras que por parte de la jugadora española Jenni Hermoso, anunció que no volverá a competir con la selección española. Sus compañeras, campeonas del mundo, se proclamaron de la misma manera para apoyar a su compañera de profesión en contra de este acoso.
Está claro que este acontecimiento se observa una necesidad por ponerle un fin al acoso sexual dentro y fuera del deporte. Esto ha servido también para generar espacios de diálogo y debate sobre la cultura masculina en los deportes, más concretamente, dentro del fútbol.
Foto: El País Video / Redacción: Iker Bustamante
Referencias
