Si acaso ya estábamos cansadas de escuchar otra noticia sobre feminicidios en México, a tal punto de ser conocidos en los medios como un infierno para mujeres, ahora con la noticia de la muerte de María Fernanda Sánchez el terror se extiende. Pues al parecer ya ni siquiera basta con buscar una vida mejor más allá de tu propio infierno, pues las llamas se expanden consumiendo todo a su paso.
María se había mudado a Berlín a inicios de 2023 para comenzar un master en la Universidad Europea de Ciencias Aplicadas. Cinco meses después, se anunció su desaparición. Interrumpiendo así no solo sus sueños de convertirse en diseñadora de medios, sino también su joven vida. Al parecer tras salir de su apartamento un día, ya nunca más volvió a regresar a su hogar. Su familia ante la falta de noticias viajó hasta Berlín para dar con el paradero de su hija. Desafortunadamente la insaciable búsqueda concluyó de forma desgarradora. El 2 de agosto la Policía de Berlín encontró el cuerpo sin vida de María en un transeúnte en el Canal Teltow.
Por el momento las investigaciones siguen abiertas y no se ha determinado la causa de la muerte. Esto se debe en gran parte, al surgimiento de ciertas irregularidades respecto al caso. No obstante, tanto los padres como la comunidad mexicana exige saber la verdad sobre lo acontecido. Así que, si bien aún no se ha declarado oficialmente como feminicidio, lo cierto es que su muerte nos vuelve a dejar la sensación de que las mujeres no estamos seguras en ningún lado.
En este caso, tanto las brechas culturales, así como la falta de una red de apoyo disponible pudieron influir en la vulnerabilidad de María durante su estancia en Alemania. Donde cabe resaltar que el 28.4% de los casos de violencia de género, se han identificado como mujeres extranjeras. Por lo que, al parecer la petición «Ni una más, ni una menos» ya no puede clamar solamente en México, sino en todo el mundo. Dedicada a todas las mujeres que tanto sus sueños como sus vidas se ponen en riesgo ante la amenaza que la sociedad representa.
De hecho, si algo ha dejado la lamentable pérdida de esta joven es la unión de mujeres no sólo mexicanas y latinas, sino también extranjeras. Después de todo, en este tipo de casos es cuando el dolor nos une para entonar con mayor fuerza el grito de justicia. Manteniendo así la esperanza de que algún día las mujeres puedan reclamar un lugar en el mundo para finalmente ser tratadas digna y humanamente. Con esto en mente, seguimos quedamos a la espera de la verdad y, con ello, brindarles un poco de paz a la familia.
