A pesar de los esfuerzos por ocultarlo, el mundo literario está repleto de diversidad. Aunque antologías, reconocimientos, ventas, contratos y premios parecieran ser dominados por escritores masculinos, las mujeres han escrito y siguen escribiendo. Llámese Jane Austen, Elena Garro, Rupi Kaur o Yásnaya Aguilar, las mujeres aportan inmensamente al mundo de la literatura. Sin importar que se les haya intentado ocultar o negar, son parte crucial de la historia de la humanidad y cómo se ha escrito. Otra población históricamente invisibilizada en la literatura es la población cuir, cuya historia y voz apenas es retomada y apreciada. Por lo tanto, no es de extrañar que haya grandes escritoras cuya identidad LGBT+ ha sido brutalmente ignorada o invisibilizada por el mundo literario. Aquí te contamos de las más destacadas.
Comenzamos con uno de los íconos más grandes en la historia de México: Juana de Asbaje, mejor conocida como Sor Juana Inés de la Cruz. Monja conocida por su magnífica escritura de poemas, teatro e incluso de textos filosóficos, Juana fue una de las mujeres más intelectuales de la época novohispana. En sus poemas podemos encontrar contenidos sáficos: específicamente, aquellos escritos a la virreina María Luisa Manrique. Ambas mujeres eran íntimas amigas y, como revelan los versos escritos por Juana, existían fuertes sentimientos de admiración de la una a la otra. Admiración que, por supuesto, podría ser amor romántico. Es importante señalar que no existe una declaración oficial o evidencia suficiente para declararla lesbiana, e incluso sería anacrónico considerarla cuir. Sin embargo, la posibilidad está presente y es valioso reconocer que una de las más grandes escritoras en la historia podría tener una sexualidad perteneciente al colectivo LGBT+.
Otro caso similar es el de Emily Dickinson, poeta estadounidense nacida en 1830. Su trabajo no se dio a conocer hasta después de su muerte, pero eso no evita que sea uno de los nombres más importantes de la tradición. Emily, como varios historiadores han confirmado tras la lectura de sus poemas y cartas íntimas, tuvo un profundo romance con Sue Gilbert, su cuñada. Aunque existe un debate histórico sobre este romance, lo cierto es que la evidencia es clara. Emily nunca se casó, a pesar del romance frustrado que parecía atormentarla en sus letras. Y, en aquellos versos dedicados a su Dulce Sue, como “no tengo espacio para ellos, sino para la mujer a quien yo prefiero”, es complicado no encontrar un romance. A pesar de los esfuerzos históricos por borrarlo, es importante reconocer a Emily Dickinson como lo que fue: una mujer que amó a otra mujer.
En la literatura británica, podemos encontrar a Virginia Woolf. Reconocida modernista y pionera del movimiento feminista, Woolf es autora de importantes textos como Orlando, La señora Dalloway y Una habitación propia. En vida, Virginia estuvo casada en un feliz matrimonio con Leonard Woolf, con quien continuó hasta su muerte. Sin embargo, Virginia también estuvo relacionada de forma sexoafectiva con varias mujeres. Entre ellas, destaca Vita Sackville- West, una cercana amiga que era también poeta y novelista. Virginia y Vita tuvieron una relación amorosa que duró varias décadas. Posiblemente dentro del espectro de la bisexualidad, Virginia Woolf era abierta sobre sus relaciones sáficas. Parte de una familia de mentalidad abierta, Virginia nunca tuvo reparo en señalar que tenía interés por las mujeres.
Única mujer latinoamericana ganadora del premio nobel de literatura, Gabriela Mistral es una de las más importantes escritoras en la historia. Recordada como una gran poeta, diplomática y luchadora por los derechos de los niños, fue uno de los íconos más importantes de la sociedad chilena. Sin embargo, la historia se ha esforzado en borrar una parte importante de su persona: su sexualidad. Gracias a sus cartas y documentos personales, historiadores lograron construir la vida privada de Mistral. Así, se descubrió que la escritora compartió una relación amorosa con Doris Dana, su supuesta secretaria. Debido al conservadurismo de su época, la propia Mistral ocultó su sexualidad e incluso fue ella quien señaló a Dana como su empleada. Es gracias a sus papeles íntimos que podemos conocer sobre la relación entre las dos mujeres. Relación que, incluso hoy en día, el mundo editorial se esfuerza en ocultar.
Es importante reconocer a las sexualidades sáficas como parte de la historia literaria. Mujeres lesbianas, bisexuales y cuir. Grandes escritoras LGBT+. Mujeres escritoras que amaban a otras mujeres y que escribían sobre esas mujeres. Uno de los pasos más importantes para saldar la enorme deuda histórica con la comunidad de mujeres LGBT+ es reconocer su existencia. No solamente rescatar a aquellas que tuvieron que callar, sino celebrar a todas las autoras que actualmente escriben desde la sexualidad diversa. Reconocer a las grandes escritoras LGBT+ del pasado implica resanar la herida de su ausencia y, además, abre puerta a las del presente y las del futuro. La literatura es escrita por más que solamente hombres o personas heterosexuales. Así, el canon literario no puede solo abarcarlos a ellos, sino que debe de abrazar a las mujeres, incluyendo a aquellas que escribieron desde el amor a otras.
Referencias
Fernández, R. (2020). La historia de amor de Emily Dickinson. Suit Magazine. Recuperado de: https://suitmagazine.net/es/la-historia-de-amor-de-emily-dickinson/
Osegeuda, R. (S/A). La historia de amor de sor Juana Inés de la Cruz y la virreina María Luisa. México Desconocido. Recuperado de: https://www.mexicodesconocido.com.mx/la-historia-de-amor-de-sor-juana-ines-de-la-cruz-y-la-virreina-maria-luisa.html
Pais, A. (2016). «La prefieren loca que lesbiana»: la deuda de Chile con Gabriela Mistral, la latinoamericana que ganó el Premio Nobel de Literatura. Recuperado de: https://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160307_cultura_chile_gabriela_mistral_lesbianismo_ap
Vero (2021). Virginia Woolf. Lesbosfera. Recuperado de: https://www.lesbosfera.com/referentes-lesbianas-famosas/virginia-woolf/.