El mundo se pintó de rosa con la tan esperada llegada de Barbie a la pantalla grande. Siendo así que a tan solo con tres días de su estreno ya había reventado cifras en taquillas, recaudando más de 300 millones de dolares.
Este dato más allá de sorprender en cantidades, en realidad ha dejado asombrado al mundo con el tremendo alcance que logró Greta Gerwig. Después del predominio masculino en el mundo cinematográfico a lo largo de la historia, ahora Barbie se ha posicionado como una anomalía en el sistema. Este trabajo dirigido, producido y creado por mujeres no solo rompe las barreras a las que se ha limitado la visualización femenina en el arte, sino que también plantea la posibilidad de transformar la historia y el mundo para que la misma realidad se vuelva más receptiva al cuestionamiento de la “norma” o de lo “establecido”.
Por lo mismo, no es de sorprenderse que este fenómeno cinematográfico rosa también deje a su paso una gran polémica dentro de sus espectadores. Las críticas sugieren que la amas o la odias, la entiendes o no la entiendes, te vuelves feminista o perpetúan el machismo, etc. Cuando en realidad, más allá de etiquetas, se trata de la disposición que tienen las personas a recibir o no el mensaje que propone Barbie.
Esto quiere decir que no se trata realmente si por amarla ya eres feminista o, por el contrario, te vuelvas machista. Más bien, hay que entender que existen diferentes realidades que te familiarizan más o no con un tema. Siendo así que algunos se van a quedar solamente con la exposición de brillitos que deslumbra la película, otros realmente identificarán la profundidad del discurso narrativo o simplemente muchos otros se limitarán a indignarse encerrados bajo sus propios ideales.
Precisamente la cima que ha alcanzado la película se debe al cuestionamiento que promueve no solo en sus personajes, sino al público en general. Dando como resultado que, Barbie pase de inspirar a las niñas de mitades siglo XX con su lema “tú puedes ser lo que quieras ser”, para ahora en 2023 regresar a cuestionarnos ¿realmente qué es lo que queremos ser? Y, tal vez más importante, ¿Qué significa eso que estamos siendo?