Ayer por la noche, Shawn Mendes tocó un tema muy importante durante su concierto en Denver. Antes de cantar una nueva canción, The Mountain, en la que habla sobre las especulaciones alrededor de su sexualidad, declaró: «Creo que es algo tonto, porque pienso que la sexualidad es algo hermosamente complejo y es difícil meterla en cajas. […] Siempre se sintió como una intrusión a algo muy personal para mí». Así, Shawn Mendes abrió la puerta a un diálogo muy importante: lo nociva que puede llegar a ser la obsesión del público por conocer la sexualidad de los famosos.
No es la primera vez que Shawn habla sobre este tema, ni de cómo le ha afectado. Desde puntos muy tempranos de su carrera, la gente ha especulado sobre Shawn Mendes y su sexualidad, asumiendo que es homosexual. Y esto le resulta muy frustrante, como mencionó en el 2020 en el podcast Armchair Expert. «Quieres decir: No soy gay, pero estaría bien si fuera gay. pero tampoco hay nada de malo en ser gay, pero no lo soy«.
También ha sido muy explícito con cómo esto ha afectado su salud mental. En entrevista con The Rolling Stone en 2018, Shawn mencionaba el cómo chistes o memes sobre su sexualidad lo llevaron a sobrepensar sus movimientos y actitudes. Volvería a ver vídeos de entrevistas y trataría de corregir aquellos momentos donde parecía «muy femenino». Además, reveló sentirse presionado por siempre ser visto con una mujer, para no dejar lugar a dudas. Incluso, compartió que, después de que Taylor Swift subiera un vídeo a Instagram maquillándolo, despertó a la mitad de la noche, lleno de sudor: «Fuck, ¿por qué la deje subir eso? Acabo de alimentar el fuego del que me siento aterrado».
La manía por conocer la sexualidad de las celebridades
Shawn Mendes no ha sido la única celebridad víctima de esta especulación. En 2022, Kit Connor, protagonista de Heartstopper, fue víctima de acoso en línea por no revelar explícitamente su sexualidad. Según algunos fans, el actor se estaba aprovechando de la comunidad LGBT+ para ganar fama. Ante esto, se mostró furioso en un tweet donde, presionado por el público, salió del closet: «Soy bi. Felicidades por forzar a un chico de dieciocho años a sacarse del closet.» Al respecto, Kit comentó que resultaba peligroso especular sobre la sexualidad de las personas, pues no sabes que tan cómodas se sienten con esta conversación. Y agregó: «Se siente un poco extraño asumir la sexualidad de una persona con base en su voz o su apariencia. Creo que es una asunción muy interesante, levemente problemática».
El caso de Kit Connor no es el único. Estrellas del tamaño de Taylor Swift también han visto su sexualidad diseccionada en internet. Existe un amplio sector del internet que, conspirativamente, cree que la cantante lleva años en una relación secreta con la modelo Karlie Kloss. Un caso similar al de Harry Styles y Louis Tomlinson, quienes llevan años siendo víctimas de especulaciones por parte de las fans conocidas como Larries, que creen que están juntos en un amorío oculto. Alrededor de estas relaciones, se han generado fanfics, artes, libros e incluso un capítulo de Euphoria. Con todo y que estos artistas han declarado públicamente sentirse incómodos ante dichos rumores. ¿Por qué nos sentimos con el derecho de especular e invadir así las vidas de completos desconocidos?
La obsesión por la sexualidad: una cultura tóxica
El analizar con lupa las sexualidades de los famosos no solamente es nocivo para la salud mental de estos artistas, sino que replica y calca estereotipos muy nocivos. ¿Por qué Shawn Mendes no puede maquillarse o cruzar las piernas sin que lo acusen de ser gay? ¿Kit Connor no puede tener una novia solo porque interpretó a un personaje LGBT+? ¿Taylor Swift sería lesbiana solo por tener amigas cercanas? ¿Y por qué creemos que Harry y Louis son novios solo por tener una amistad que rompe los esquemas violentos de las relaciones entre hombres? Las supuestas razones por las que se acusa a estos artistas de ser LGBT+ no se basan más que en puros estereotipos, que nos limitan como personas. Y nos lanzan un mensaje contundente: solo hay una forma de ser heterosexual, o ser LGBT+. El cual, por supuesto, no es cierto.
Y, al final, esto es nocivo para las mismas personas LGBT+. ¿Por qué el internet está discutiendo la sexualidad de un chico de dieciocho años como era Kit Connor en su momento? Él mismo lo dijo: «somos muy jóvenes, y empezar a especular sobre nuestras sexualidades y tal vez presionarnos a salir del clóset cuando tal vez no estamos listos […] No siento la necesidad de etiquetarme, sobre todo en público». Al presionar a los artistas a hacerlo, estamos siendo invasivos y faltando al respeto a su viaje y autodescubrimiento. Finalmente, ellos son los únicos que pueden decidir si compartir, o no, su sexualidad.
El mismo Shawn Mendes mencionó lo difícil que es ser abierto sobre su viaje, pues le asusta cómo la gente habla de la sexualidad de otras personas. «La verdad sobre mi vida y mi sexualidad es que, hombre, solo estoy intentando averiguarlo como todo el mundo. A veces no lo sé realmente, y a veces lo sé». Así, remarcó que está intentando ser humano y permitirse sentir cosas.
¿Significa esto que Shawn Mendes es gay? ¿Bisexual? No lo sabremos ni debemos intentar hacerlo. Si él decide compartirlo, lo hará a su tiempo y forma. Mientras tanto, es un diálogo cuya puerta no está abierta. Las identidades y sexualidades de las personas son suyas para decidir cómo y cuándo compartir. Por ende, dejemos para el debate público lo que ya es público, y no lo que se decide guardar en la privacidad.