La presidenta electa Claudia Sheinbaum ¿no sabe hablar bien?, y la respuesta es que sí, sí sabe. Lo que pasa es que está modificando la palabra presidente a presidenta con “a”, para hacer el lenguaje más inclusivo con las mujeres “porque lo no se nombra, no existe”.
Este jueves 15 de agosto, Claudia Sheinbaum recibió constancia de que oficialmente es la próxima presidenta de México. Su llegada al poder ejecutivo está siendo sumamente comentada por todo el país, ya que su discurso fue puramente dirigido a las mujeres. Sobre todo, invitó a los asistentes a llamarla presidenta y no presidente.
¿Es correcto gramaticalmente?
En teoría no lo es, pues el término presidente ya es neutro. Así, cuando agregamos «ente» a una palabra, esta es neutra, como estudiante o cantante. Así, el término presidente es válido tanto para hombres, como para mujeres. Sin embargo, también es importante tomar en cuenta el contexto e historia detrás de este término.
Hay que recordar que en la historia de México, después de 200 años y 65 presidentes después tenemos a la primera presidenta. Deberíamos enfocarnos en lo que esto representa para las mujeres mexicanas y no si una o palabra está bien dicha o no.
Además, la Real Academia Española ya ha aprobado el uso de presidenta como «mujer que preside». Esto, porque ya es utilizada por una gran parte de la población. Y, por ende, es una palabra correcta, que socialmente es entendida como tal. Por ello, no solamente es considerada correcta, sino que incluso se sugiere su uso.
Mujeres siendo protagonistas
Alrededor del mundo solo hay 14 mujeres con cargos de jefas de estado o líderes de nación, y América Latina ha tenido 13 mujeres presidentas en toda su historia. Y este hecho ha sido en punto de referencia para el discurso de Sheinbaum. “Somos protagonistas de las grandes transformaciones” y estemos a favor o en contra en su toma de poder, es de admirar que una mujer finalmente tome las riendas de un país como México.
Tal como lo menciona Claudia, este triunfo no es solo individual sino que es un logro para todas las mujeres mexicanas o extranjeras que aspiran a algún día ser líder de un país o simplemente ser líder de su propia vida.