Hace un par de días una joven de 22 años en Coahuila falleció al estar haciendo ejercicios de pesas en el gym, la causa fue una anoxemia en su cuerpo. Este trágico suceso vuelve a abrir la conversación sobre la cultura del gimnasio y la dualidad que existe entre lo positivo de la salud física y la obsesión por un cuerpo incansable.
¿Cultura tóxica o positiva?
Al inscribirte al gimnasio enfrentas la presión de una cultura donde el objetivo principal es tener un mejor cuerpo que el que tenías ayer. Claro que puede mejorar tu salud física para verte y sentirte mejor. Pero esto puede cambiar rápidamente y convertirse en una obsesión por tener un cuerpo perfecto e inalcanzable.
Las redes sociales también alimentan la cultura tóxica del gimnasio al inundar las plataformas con cuerpos “perfectos” y estereotipados. Por consecuencia, se crean estándares de belleza poco realistas que perpetúan estereotipos hegemónicos y normativos.
Fácilmente podemos entrar en un ciclo eterno de insatisfacción y baja autoestima. Por lo tanto caemos en rutinas extremas, dietas restrictivas y una mala relación con la comida y nuestro cuerpo.
Adictos al gym
Usar suplementos, esteroides y otras sustancias para mejorar el rendimiento físico se ha convertido en una tendencia entre las personas que van al gimansio. Estas adicciones se ven alentadas por el mismo entorno del gym y entrenadores que buscan vender sus productos. Si sumamos el consumo de estas sustancias con la adicción que los gymrats tienen al ejercicio se crea un efecto catastrófico que puede llevarlos a la pérdida de su integridad.
El buscar vernos y sentirnos mejor no debería atentar a nuestro bienestar emocional ni físico. Es más, deberíamos enfocarnos en disfrutar del movimiento de nuestro cuerpo y buscar maneras divertidas para hacer ejercicio que no necesariamente impliquen ir a al gym. Para así acomodarnos más a nuestros gustos personales y crear una buena relación con nuestro cuerpo y el ejercicio.
Este proceso de superación y bienestar físico no deberíamos llevarlo solos. Recordemos que hay expertos en estos temas que nos pueden ir acompañando en el proceso. Si pagamos una membresía para ir al gym, podemos exigir una asesoría adecuada y correcta para hacer ejercicio.
¿Tienes una buena relación con el gym?
El ejercicio es una herramienta, no un castigo. Si sientes que te limita en lugar de liberarte, es hora de replantearte tu relación con el deporte. ¿Sabes cómo reconocer si tienes una mala relación con el ejercicio? Aquí te doy unas preguntas que puedes hacerte para conocerte:
- ¿Cómo te sentirías si no hicieras ejercicio por toda una semana?
- ¿Solo hacer ejercicio para modificar tu cuerpo ?
- ¿Realmente disfrutas ir al gimnasio o solo lo haces por ansiedad y culpa?
Tu eres el único que puede ayudarte a aceptar si tienes un problema y pedir ayuda está en ti.
El ejercicio puede ser divertido y empoderador, pero no tiene que ser una fuente de estrés.Tu cuerpo es único, así que tu relación con el ejercicio también debe serlo. No te compares con los demás y encuentra lo que realmente te hace feliz.