Tras el encierro que representó la pandemia, eventualmente las personas no dudaron en salir tan pronto el semáforo se iluminará en verde. Es así que, el turismo después de pasar hambruna por restricciones de salubridad, pronto comenzó a devorar todo lo que el mundo tenía por ofrecer. Llevando a las personas a lugares que jamás habían explorado más allá de sus pantallas.
Es así que para este 2023 se pronostica un incremento de turismo bastante considerable en el continente europeo. De acuerdo con la OMT, se espera que la llegada del turismo internacional se sitúe entre el 80% y el 95% de los niveles prepandémicos. Tan solo, poniendo de ejemplo a España, que actualmente espera cerrar la temporada con un récord que cuente con casi 86.5 millones de turistas.
Ahora bien, ciertamente este incremento turístico no solo se debe a los efectos psicológicos que dejo la pandemia, sino también a un propio plan estratégico de la unión europea para incrementar sus ganancias en este sector. El movimiento más ingenioso que aplicaron consistió en mejorar la conectividad en cuanto al acceso de los turistas a la unión europea. No solo eso, sino que también abordaron la escasez de mano de obra en las atracciones turísticas.
No obstante, por muy prometedor que sonaba este plan, cabe mencionar que la situación política entre Ucrania y Rusia puso en riesgo alcanzar dicha meta. Pues por mucho que las personas estuvieran impacientes de recorrer el mundo, no dejaron pasar el cartel de advertencia sobre la guerra que se aproximaba. Por lo que, no es de sorprenderse que no todo el continente europeo se viera beneficiado por el turismo que hizo presencia este 2023.
Otra de las preocupaciones que surgieron con la esperada llegada masiva de turistas, fue el impacto medioambiental que pudiera repercutir en el mundo. Sin embargo, para esto se logró implementar un modelo de viaje sostenible. Este consistió en mejorar la fluidez de conectividad entre destinos, proponer alternativas en los medios de transporte y serias medidas amigables con el planeta.
De esta forma, pronto las redes sociales se llenarán de fotos y publicaciones de personas paseando por las playas de Mallorca, los canales de Ámsterdam, los castillos de Escocia; o visitando tal vez a la Mona Lisa, al rey de Inglaterra o las estatuas romanas, etc. Siendo así que Europa ya no representará solo un sueño con el que los extranjeros solemos suspirar, sino que ahora se volverá un lugar de encuentro. Volviendose probablemente el comienzo para que miles de personas no tarden en marcar un nuevo destino que los lleve tal vez ahora a lo festivo de Latinoamérica, lo exótico de África o lo mítico de Asia.